Pues como os iba diciendo (hace algo más de 8 meses), quiero dedicar cada vez menos tiempo al correo, al Whatsapp, a Twitter, a Facebook,… no sooner said than done (dicho y hecho). No he desaparecido, no me he portado mal y ha venido the Bogeyman (el hombre del saco). Simplemente es que he intentado centrarme en lo que realmente importa, y ahora, estoy «disfruando del lago».
Tengo la sensación de que mi vida ha sido siempre como una competición de Kayak extremo. Todo va deprisa, muy deprisa, non-stop, no hay pausas, avanzas, no paras, rápido, más rápido, a veces desorientado, a veces bocabajo, a veces intentando remar contracorriente, pero siempre remando, y chocando, y cayendo, y subiendo, y volviendo a caer, y volviendo a subir, siempre subiendo, superando, a veces con miedo, a veces flipando, a veces chillando, a veces literalmente volando, y siempre, siempre haciendo lo posible por disfrutarlo… por disfrutar de la velocidad, de superar nuevos retos, de superar mis marcas, de conseguir el más dificil todavía, de conseguir lo que me estoy proponiendo en cada momento,…
A pesar de los altibajos y de los contratiempos, de vez en cuando hecho la vista atrás y siento que tras pasar mucho tiempo «competing against myself«, todas las experiencias han hecho que esté en un mejor nivel. No sólo hablo de mi nivel de inglés o de mis guitar skills, hablo de sentir que he progresado intelectualmente, profesionalmente, físicamente, socialmente, emocionalmente,…
Y ahora, tras muchos años avanzando por el río, y sin saber lo que viene después, ni la distancia que queda por recorrer (ya que la forma del río y la velocidad hacen que el final no se pueda ver), tras 40 años avananzando, he llegado a un lago. He llegado a «El Lago». Es exáctamente el lago que te imaginas cuando te dicen: <<cierra los ojos e imagina el lago perfecto>>. Rodeado de montañas, rodeado de silencio. Suave, liso, reflejando el cielo. Tranquilo, calmado, inmenso. Ámplio, ancho, perfecto. Puedo sentir mi respiración, puedo oler la lluvia, la tierra, el viento.
No creo que vaya estar en el lago para siempre pero quiero disfrutar el momento. Lo más probable es que en algún momento vuelvan los rápidos, las cataratas y los esfuerzos, pero no sé cuando y no quiero saberlo.
Hace poco un amigo asistió a una confernecia de Jorge Font y de entre las muchas cosas que aprendió me quedé con una: «Ensanchar la vida». Según le decía su padre, la vida tiene un principio y un fin (que no conocemos) y no podemos alargarla, pero lo que sí podemos hacer es disfrutarla, llenarla de experiencias y compartirla con quienes queremos. En definitva, ensanchar la vida… y eso es lo que estoy haciendo.
Suerte!!!
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