Para que yo escriba algo pidiendo que no leáis ya tiene que haber pasado algo raro.
Creo que parte de nuestra mala pronunciación (me refiero a los de “my generation”) se debe a que hemos escuchado poco y leído mucho cuando aprendímos. Nada de radio, nada de TV, nada de amigos con los que practicar. Sólo libros de texto, gramática y listas de vocabulario.
Si queréis evitar que vuestros hijos caigan en la misma piedra que vosotros, no les hagáis leer tanto para aprender inglés. No me malinterpretéis. La lectura no es nada malo, pero si queréis que por ejemplo, aprendan el Padre Nuestro o un poema, tenéis al menos 2 opciones: dejarles que lo lean, y probablemente lo pronunciarán… bueno más o menos como vosotros (y como yo si lo he aprendido leyendo en lugar de escuchándolo), o dejarles que lo escuchen (pronunciado correctamente, claro), que ya habrá tiempo de aprender a leer y a escribir un montón de palabras.
Yo creo que la anterior es una forma más natural de aprender. Primero escuchas, y luego utilizas las palabras, y posteriormente, al crecer, aprendes a leerlas y a escribirlas. Imaginaos que hubieseis aprendido de otra forma vuestro propio idioma. ¿Tendría sentido aprender qué palabras llevan “h” si no las conoces? ¿Tendría sentido aprenderse una lista de palabras que se escriben con “b” y otra de palabras que se escriben con “v” si no conoces esas palabras ni las vas a utilizar a corto plazo? Yo creo que no, pero muchos aprendimos inglés en el colegio con métodos similares a estos, y debido a ello, cuando leemos palabras como estas no tenemos ni idea de cómo pronunciarlas: “heaven”, “listen”, “stop”, «yesterday», “schedule”, “bumped”, “vegetable”, “yacht”, “owl”…
¿Y qué ha pasado para que yo recomiende menos lectura y más listening? Que mis peques, que se saben el Our Father a la perfección desde hace años, lo están aprendiendo ahora en el cole y …
Suerte!!!
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